La persistencia de la memoria / Salvador Dalí |
“¡Detente, sol, sobre Gabaón! ¡Y la luna, sobre
el valle de Ayalón! Y el sol se detuvo y la luna se quedó inmóvil hasta que el
pueblo se hubo vengado de sus enemigos.” Jos 10, 12c-13a
Imposible, ¿verdad? Suena a algo imposible. Mi
Bien, el gran error que generalmente cometemos es querer leerlo todo al pie de
la letra. Para nosotros, los milagros son cosas “fuera de lo común”, algo
extraordinario. Lo que casi nunca comprendemos es que el milagro está en reconocer,
ver, incluir el “extra” en lo “ordinario”.
El “extra” viene de Ti y de la capacidad que
tengamos de reconocerlo, de maravillarnos, de sorprendernos ante lo
verdaderamente fascinante e increíble de lo ordinario.
Esa capacidad, que definitivamente se desarrolla,
se fomenta, se fortalece, nos permite percibir sentidos que van más allá de la
letra. Así, la “venganza”, deja de ser un “desquite” y se convierte en un “equilibrar
la balanza”. El “enemigo” deja de ser un “otro que me ha hecho daño o busca
hacerlo”, y pasa a ser “la mentira” que nos convence, por ejemplo, que el “tiempo
corre” y nadie puede esperarte (un “tren en movimiento que no puede esperar a
nadie”, como si Dios tuviera prisa). Este mundo es para los “eficientes y
efectivos” no para los “ordinarios”. Y esa urgencia de ser “eficientes y
efectivos” puede convertirse en un martirio si no nos damos la oportunidad de “equilibrar
la balanza” y darle valor, y tiempo, a lo importante, no a lo urgente.
Pero hay que tener fe. Porque la vida sí la
hemos convertido en un amenazante tren que va a arrollarnos si no somos lo
suficientemente fuertes y rápidos para subirnos y mantenernos agarrados de
donde podamos. Porque le hemos dado más valor a “hacerlo bien” que a “hacer el
bien”. Nos hemos convencido de que vivimos en un mundo de “competencias” y no
en un mundo de “seres humanos”.
Mi Bien, mi Amor, mi Vida, danos la posibilidad
de encontrar “la balanza” y detén el sol, detén la luna. Que el tiempo pase de
acuerdo a tu criterio, no el nuestro. Abre nuestros ojos para que la mentira deje
de disfrazarse como la Verdad de tu Reino, y para que luchemos por hacer
realidad tu Verdad, y no la verdad de un mundo que tiene demasiada prisa en
llegar a ningún lado, cuando el único esfuerzo que vale la pena es llegar al
corazón de quienes están a nuestro lado. ¡Detén el sol! ¡Detén la luna! Te amo.
Foto tomada de “La
Persistencia de la Memoria'
Explicación del cuadro de Dalí":
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