domingo, 17 de junio de 2018

Estar en tus manos


“Yavé ama a todos los pueblos, pero en su mano está el pueblo de sus santos. Ahí están, postrados a sus pies, esperando sus instrucciones.” Dt 33, 3


Dios Padre, Dios Espíritu y Dios Hijo, permítenos estar en tus manos. Que tus manos sean la tierra, el agua y el sol. Que en tus manos echemos raíces y en ellas demos fruto. Que seamos una minúscula semilla de mostaza, y que Tú te encargues del resto. 


Mucha gente le teme a la palabra “santidad.” Yo le tenía mucho miedo. Como si desear ser santo fuer ya una muestra de arrogancia. Pero quienes lo ven así sólo conocen los santos de altares. Esos a los que se les prenden velas y se les rezan novenas. Mas, detrás de cada imagen hay una vida que pocos se dan la tarea de conocer. Una vida. ¿Cuánto puede caber en una vida?


Vivir la vida como un grano de mostaza en las manos de Dios. Eso es la santidad. Sabernos tan pequeños, insignificantes, y perdidos que nuestro único sentido sea estar en las manos de Dios para que Él nos transforme. Permítenos, mi Bien, estar en tus manos. 




Foto tomada de The Mustard Seed—The Best 2 Minute Video You’ll See Today: https://churchleaders.com/daily-buzz/266456-the-mustard-seed-the-best-2-minute-video-youll-see-today.html


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