sábado, 23 de junio de 2018

Enséñanos a fluir


"Josué dijo a los israelitas: «Purifíquense, porque mañana Yavé estará en medio de ustedes para obrar milagros.» […] Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza permanecieron en medio del río que quedó seco, hasta que todos los israelitas atravesaron el Jordán." Jos 3. 5 y 17

Atravesar una masa de agua en seco, ya sea porque las aguas detengan su paso y den la posibilidad de atravesarlo, como sucedió en el Jordán o en el Mar Rojo, o, más increíble aún, logremos caminar sobre las aguas sin temor a ser tragadas por ellas.
Las aguas, para mí, representan emociones Jesús. Claro que hay de aguas a aguas. Las emociones pueden ser dulces y suaves, pueden refrescar o sanar, infundir vida. Pero también pueden ser tormentas, mares embravecidos, cataratas de catástrofes. No dejarnos arrastrar por las emociones, no dejarnos hundir, ahogar por ellas, sería, en el segundo caso, mucho más complicado. 

Si hablamos de un río poco profundo, que no tiene mucha fuerza, que es casi un arroyo o que fluye con calma, no ahogarse es fácil, incluso con profundidad, existe la posibilidad de atravesarlo, si no a pie, al menos nadando, asumiendo que sabemos nadar. Pero imaginemos que estamos en un río que lleva la fuerza de una catarata, de esos que te arrastran como trapo, que a duras penas te dejan respirar, en las que con cada bocanada de aire tragas tanta agua que el poco aire que alcanzaste a aspirar se ve reducido a nada. 

Por eso te pido que purifiques y santifiques nuestro ser, y en conciencia nos permitas descubrir nuestras emociones, conocerlas y saber cuál es el mejor momento y lugar para atravesarlas. Otra vez, mi fe está puesta en tu ayuda, en el conocimiento de nuestra humanidad, y en la humildad que tengamos de reconocer cuándo podemos y cuándo no. Incluso en nuestra disposición a pedir auxilio a otros, porque a veces nos caemos al río y necesitaremos que alguien nos ayude a salir. Bendice nuestras emociones y calma nuestras aguas. Y nunca nos permitas creer que lo mejor que podemos hacer es controlar nuestras emociones, o ignorarlas, porque si bien una presa puede ser de ayuda, el día que se rompa haremos mucho daño, además de que viviremos estancados en nuestra indisposición a sentir con otros. No. Por favor enséñanos a fluir, a dar y recibir, atrevernos incluso a enojarnos y expresarlo de manera sana, a hablar de lo que hay en nuestros corazones, bueno o malo, a amar y ser amados. Gracias. Te amo.



Foto tomada de Blue Waterfall Huka Falls Taupo New Zealand”: http://www.hickerphoto.com/picture/blue-waterfall-huka-falls-taupo-new-zealand-30037.htm


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