lunes, 29 de octubre de 2018

Con ventanas abiertas



“El oficial había comentado al hombre de Dios: «¡Aunque Yavé abriera las ventanas del cielo, eso no sucederá!» Y Eliseo le había contestado: «¡Muy bien, lo verás con tus ojos, pero no lo comerás!»” 2 Re 7, 19 y 20

Mantenernos humildes ante las posibilidades es muy importante. Es esencial reconocer que nuestro conocimiento siempre es limitado si lo comparamos con todo lo que Dios es, y Dios es todo.

Oremos: Permítenos Señor mantener el cielo de nuestro Ser con las ventanas abiertas y el ánimo dispuesto, y saber que, pase lo que pase, tu Presencia está aquí con nosotros.

Mira con esos tus ojos de cielo a tu hija/o que te ama y espera encontrar en ti la protección de tu mirada. Amo tus ojos Jesús. Esos ojos que nunca he visto y sin embargo me miran y me roban suspiros cuando mi ser siente que va a estallar, y tú me pides que levante la vista y te mire. Respira y mírame, me dices.

Tu mirada es una promesa cumplida. No sólo abres las ventanas del cielo, sino que dejas a tus ángeles tocar almas y abrir entendimiento. Nos das el valor de aceptar nuestros defectos y encontrarles el justo valor de sus ventajas, para que sean también medio para corregir nuestros errores. No buscas cambiarnos ni negar nuestro ser, sino unirte a nuestros esfuerzos y llevarnos a nuevos niveles de comprensión y acercamiento humano. Es en la unión de nuestros esfuerzos y la retroalimentación de nuestros defectos que podemos transformarnos.

Danos voluntad, para que no nos cerremos a las posibilidades que se nos presentan. Qué nunca digamos: ¡Eso NO sucederá! Y mira que te lo pido consciente del gran esfuerzo que implica. Porque yo no quiero que suceda. Yo no quiero volver a poner mi corazón en manos que no sean las tuyas, pero sé muy bien que este corazón no es mío y que tú has de ponerlo en manos de quiénes mejor consideres debe estar. De modo que te agradezco que no le permitas a mi corazón decidir a quién amar por gusto y conveniencia. Te agradezco que me coloques en la necesidad de buscarte justo en quienes no quiero buscarte. Parece imposible amar en tales condiciones, pero eres tú quien me guía, y siendo así es un hecho: Te amo, me amo, y los amo también.

Bendito Eres Señor, Amor, Dulzura nuestra. Te amo.



Foto tomada de: https://thekristiechronicles.com/uncategorized/silver-linings/

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