“El oficial había comentado al hombre de Dios:
«¡Aunque Yavé abriera las ventanas del cielo, eso no sucederá!» Y Eliseo le
había contestado: «¡Muy bien, lo verás con tus ojos, pero no lo comerás!»” 2 Re
7, 19 y 20
Mantenernos humildes ante las posibilidades es muy
importante. Es esencial reconocer que nuestro conocimiento siempre es limitado
si lo comparamos con todo lo que Dios es, y Dios es todo.
Oremos: Permítenos Señor mantener el cielo de nuestro
Ser con las ventanas abiertas y el ánimo dispuesto, y saber que, pase lo que
pase, tu Presencia está aquí con nosotros.
Mira con esos tus ojos de cielo a tu hija/o que te ama
y espera encontrar en ti la protección de tu mirada. Amo tus ojos Jesús. Esos
ojos que nunca he visto y sin embargo me miran y me roban suspiros cuando mi
ser siente que va a estallar, y tú me pides que levante la vista y te mire.
Respira y mírame, me dices.
Tu mirada es una
promesa cumplida. No sólo abres las ventanas del cielo, sino que dejas a tus
ángeles tocar almas y abrir entendimiento. Nos das el valor de aceptar nuestros
defectos y encontrarles el justo valor de sus ventajas, para que sean también
medio para corregir nuestros errores. No buscas cambiarnos ni negar nuestro
ser, sino unirte a nuestros esfuerzos y llevarnos a nuevos niveles de comprensión
y acercamiento humano. Es en la unión de nuestros esfuerzos y la
retroalimentación de nuestros defectos que podemos transformarnos.
Danos voluntad, para
que no nos cerremos a las posibilidades que se nos presentan. Qué nunca digamos:
¡Eso NO sucederá! Y mira que te lo pido consciente del gran esfuerzo que
implica. Porque yo no quiero que suceda. Yo no quiero volver a poner mi corazón
en manos que no sean las tuyas, pero sé muy bien que este corazón no es mío y
que tú has de ponerlo en manos de quiénes mejor consideres debe estar. De modo
que te agradezco que no le permitas a mi corazón decidir a quién amar por gusto
y conveniencia. Te agradezco que me coloques en la necesidad de buscarte justo
en quienes no quiero buscarte. Parece imposible amar en tales condiciones, pero
eres tú quien me guía, y siendo así es un hecho: Te amo, me amo, y los amo
también.
Bendito Eres Señor,
Amor, Dulzura nuestra. Te amo.
Foto tomada de: https://thekristiechronicles.com/uncategorized/silver-linings/
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