miércoles, 10 de octubre de 2018

Matizar la realidad

'Caminando por las nubes' de Roberto Perrino se alzó con el primer premio del concurso fotográfico 'Rincones de Palencia' 2017: https://www.aytopalencia.es/node/6435


Josafat dijo entonces: «¿No hay aquí algún profeta de Yavé, por medio del cual podamos consultarlo?» El rey de Israel respondió a Josafat: «Sí, todavía queda un hombre por cuyo intermedio se podría consultar a Yavé, pero lo detesto, porque nunca me profetiza algo bueno sino sólo cosas malas; es Miqueas, hijo de Jimla». Josafat le dijo: «¡No diga eso el rey!» El rey de Israel llamó a un servidor y le dijo: «Anda en seguida a buscar a Miqueas, hijo de Jimla». […]

El mensajero que había ido a buscar a Miqueas le dijo: «Todos los profetas animan al rey como si fueran un solo hombre. Trata de hablar como ellos; anuncia buenos resultados». Pero Miqueas respondió: «Tan cierto como que Yavé vive que sólo diré lo que él me diga».”  1 Re 22, 7-9 y 13-14

Una parte del comentario de este capítulo 22 del Primer Libro de Reyes de la Biblia Latinoamericana (2005) nos dice: “Los falsos profetas son personajes que se dicen inspirados por Dios; en la realidad, reciben un sueldo de un rey y su única preocupación es complacer al rey para conservar sus privilegios.” 

Yo sé que es tentador querer cerrar los ojos y mejor no tomar el toro por los cuernos. Es mil veces mejor no decir nada. El privilegio de contar con el apoyo de todos -a todos nos cae bien alguien positivo y entusiasta- es enorme. Es mejor tolerar lo intolerable que ser el intolerable, ¿a poco no? Después de todo, ¿a quién le importa la verdad?

Muchas, muchas veces he abierto la boca para señalar algo que no me parece o que creo puede hacerse de otra forma. Muchas veces he sido acusada de ser negativa: el problema siempre soy yo. Esto no es exclusivamente mío. En general, las personas con tendencias depresivas somos vistas como negativas. Y podemos serlo, en extremo. 

Hay razones para ello. La depresión muchas veces es como tener una consciencia demasiado despierta. La gente depresiva suele ser mucho más “realista”. El problema es que la verdad también miente un poco, a veces miente mucho. ¿Qué quiero decir con esto? Que mucho de lo que percibimos es verdad: la vida es difícil, la gente es cabrona, la inconsciencia es demasiada, la tendencia a lavarse las manos y joderse al otro es constante, las personas en general podrían ser más amables, en fin. Pero esa extrema consciencia a veces no ayuda a “tomarlo con calma” ni nos brinda esperanza.
Nos tomamos, además, muy en serio preguntas existenciales que mucha gente también se hace, si no es que todos, pero muchas personas, digamos, “no se clavan” en intentar responderlas. Pongo un ejemplo mencionado durante una plática de TED sobre la depresión impartida por Andrew Solomón y titulada: Depresión, el secreto quecompartimos. 

Nos dice, palabras más palabras menos: Muchas veces, lo que la gente depresiva está expresando no es enfermedad, sino perspicacia. Casi todos conocemos las grandes preguntas existenciales: ¿qué sentido tiene la vida?, por ejemplo. Y muchos de nosotros solemos buscar una respuesta que puede ser en extremo realista. Por ejemplo: «Hagamos lo que hagamos, al final todos nos vamos a morir». O decimos cosas como: «No puede haber una verdadera comunión entre dos seres humanos. Cada uno está atrapado en su propio cuerpo».  

Y todo eso es verdad, pero como dice Andrew Solomon: A veces la verdad miente. Porque no existen las verdades absolutas. También es verdad que a pesar de que todos vamos a morir, vivir una vida plena es mucho más satisfactorio que no hacerlo. Y a pesar de que todos vivimos en nuestra isla, hay formas y medios de comunicación para establecer contactos y, digamos, visitar los mundos de otros. 

Por eso, es muy importante para nosotros los depresivos, aprender a respondernos con la verdad inmediata también. Como dice Andrew Solomon: «Es cierto, pero creo que ahora tenemos que concentrarnos en qué vamos a desayunar». 

Me encantó algo que dijo que me devolvió en gran medida mi dignidad, tan pisoteada por tantos al decirme que soy “negativa” y por eso, indeseable: «Muchas veces, lo que están expresando las personas depresivas con sus comentarios, no es enfermedad, sino “perspicacia” y nos damos cuenta de que casi todos conocemos esas preguntas existenciales sin que eso nos perturbe demasiado.»

Después de decir esto describe un estudio que pone en evidencia la tendencia, no precisamente negativa de los depresivos, sino mucho más realista que quienes no lo son: “Hubo un estudio que me gustó en especial en el que se le pide a un grupo de personas deprimidas y a otro de personas no deprimidas que jueguen una hora a un videojuego. Transcurrida la hora, les preguntaban cuántos monstruitos pensaban que habían matado. El grupo de depresivos acertaba con un margen de cerca del 10 % y el grupo de los no deprimidos respondía entre 15 y 20 veces más monstruitos.”

Los resultados hablan por sí mismos: la tendencia a ver la realidad con ojos más objetivos y del color que es (nada de resultados “rosas” por bonitos y positivos) no necesariamente es mala, pero sí va a ser mal vista por la gran mayoría que piensa que el mundo es 15 o 20 veces más lindo de lo que realmente es. 

Y, sin embargo, considerar lo que hay es tan importante como aprender a ver el mundo de vez en cuando con esas gafas “rosas” que le brindan esperanza a nuestra vida y nos dejan funcionar en un mundo de realidades tan evidentemente negativas que, para algunos de nosotros, es imposible no verlas. Es también importante valorar esa capacidad de ver las cosas más cercanas a su realidad y menos rosas. Si aprendiéramos a pisar la realidad la mayor parte del tiempo, quizá podamos valorar aún más a las personas "negativas" que mucho tienen que decirnos y poco tenemos ganas de escuchar.

El arte es aprender a matizar la esperanza, sin dejar de pisar la realidad. Jesús, enséñanos a hacer precisamente eso: “matizar la esperanza, sin dejar de pisar la realidad”. Te lo pedimos en Tu Nombre, sinónimo de esperanza y realidad de sacrificio, esfuerzo y Verdad. Gracias Dios mío por darnos la posibilidad de ver el mundo a través de tu Amor que es Verdad sin inconsciencia, estímulo, sin mentira, y esfuerzo sin tortura. Te amo. 



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