miércoles, 18 de julio de 2018

Actos que impidan


Advierto: La cita y el tema hoy es crudo. Pero no voy a cerrar los ojos. Te invito a que tampoco los cierres: 

 
“(Un anciano que vivía en Guibea, una población de la tribu de Benjamín, alojó a un levita y a su concubina. Los hombres del lugar exigieron que el hombre saliera de la casa para abusar de él. El anciano les dijo:) «Tengo una hija que es todavía virgen y él tiene también a su concubina. Se las entregaremos, pueden violarlas y tratarlas como quieran, pero no cometan una cosa tan fea con este hombre.» Los otros no quisieron hacer caso. Entonces el levita tomó a su concubina y la sacó para afuera. La violaron y abusaron de ella toda la noche hasta el amanecer; al alba la dejaron irse. […] Se levantó entonces su marido, abrió la puerta de la casa y salió para continuar su viaje. Su concubina estaba tirada frente a la puerta de la casa con las manos en el escalón. Le dijo: «Párate para que nos vayamos». Pero no hubo respuesta. El hombre la cargó sobre su burro y retomó el camino para regresar a su casa. Al llegar a su casa tomó un cuchillo, agarró el cuerpo de su concubina y lo despedazó, hueso por hueso, en doce trozos que despachó a través de todo el territorio de Israel. A los hombres que había enviado les dio esta orden: «Pregunten en todo Israel: ¿Se ha visto algo semejante desde que los israelitas salieron de Egipto hasta hoy día? Reflexionen, deliberen y den su opinión». Todos los que veían eso decían: «Nunca se ha visto algo semejante desde que los hijos de Israel salieron de Egipto hasta este día.» Jue 19, 22 a 25 y 27 a 30

La Biblia Latinoamericana subtituló este capítulo “El Crimen de Guibea”. Reflexionemos entonces: ¿Cuál fue el crimen? ¿Hombres que quieren abusar de hombres? ¿Ofrecer mujeres para que las violen y maltraten? ¿Dar a una mujer para satisfacer la violencia de hombres ansiosos de dominio? ¿Violar hasta el hartazgo a una mujer? ¿La indiferencia e incluso desprecio del “marido” que no la atendió sino le ordenó “levántate”? ¿La imposibilidad de ella de “levantarse”? ¿El tener que cargar con el “cuerpo del delito”? ¿El no soportar el peso de la “vergüenza” y preferir “despedazar” a la mujer para exhibirla y poder así “justificar” su inocencia, como diciendo: «Mírenla a ella hecha pedazos y olvídense de lo que yo permití, fomenté, hice»? ¿La aceptación de todo un pueblo de que no hay peor crimen, y, sin embargo, no ser capaces de definir donde está el mal y por lo mismo, participar de él ante la imposibilidad de enfrentarlo? 

Jesús, no nos permitas cerrar los ojos ante la violencia que la indiferencia tolera. No nos permitas despedazar a personas víctimas de su condición y su debilidad. Que no nos mueva el morbo cuando enfrentamos el dolor de otros, sino la compasión, y, si hemos de indignarnos, que sea a través de actos que impidan, no lástimas que lamenten. Que comprendamos que participar en el mal no implica hacerlo, sino dejar que otros lo hagan. 

Jesús, te amo. 



Foto tomada de “ILLEGALIZE ALL DOMESTIC VIOLENCE IN NIGERIA!”: https://www.gopetition.com/petitions/illegalize-all-domestic-violence-in-nigeria.html


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