jueves, 23 de agosto de 2018

Que mueran nuestras culpas


 
“Tamar (hija de David) tomó los pastelillos que había preparado y se los llevó a su pieza (la de su medio hermano Amnón, quien dijo estar enfermo y pidió ella lo atendiera). Cuando ella se los presentó, la agarró y le dijo: «Hermana mía, ven a acostarte conmigo». Pero ella le respondió: «No, hermano mío, no me tomes a la fuerza, pues no se actúa así en Israel. No cometas esta falta. ¿A dónde iría yo con mi vergüenza? Y tú serías como un maldito en Israel. Habla mejor con el rey, que no se negará a darme a ti». Pero él no quiso hacerle caso, la agarró a la fuerza y se acostó con ella. 

“Pero luego Amnón la detestó. Era un odio más grande aún que el amor que le tenía. Amnón le dijo: «¡Párate y ándate!» Ella respondió: «¡No, hermano mío, no me eches! Eso sería peor que lo que acabas de hacer». Pero no quiso oírla, sino que llamó a un joven que estaba a su servicio y le dijo: «Échala fuera, lejos de mí, y cuando salga cierra la puerta con candado». 2 Sam 13, 10b-17

¿A dónde irá Tamar, la hermana violada por su medio hermano, ambos hijos de David, con su vergüenza? El caso es que no debería de haber vergüenza, no en ella. La vergüenza pertenece completamente a Amnón, el hermano violador, pero es una práctica común de todo violador y abusador, en cualquier ámbito y de cualquier modo en que lo haya hecho, señalar a quien violó como el/la único/a culpable de lo sucedido. Hombres y mujeres que después de violar a un niño o niña, por ejemplo, aseguran que fueron los niños quienes los sedujeron. Hombres que aún en pleno acto culpan a la mujer porque es provocativa, o le aseguran que ellos están haciendo eso porque “eso” es lo que “ella quiere”. 

Los efectos de esta culpa son devastadores: Síndrome de Estrés Postraumático, depresiones crónicas a lo largo de la vida, Trastorno Límite de Personalidad, y tantas otras cosas que pueden sucederle a la psiquis de una persona violada. 

La culpa juega su papel y la víctima la asume completamente, incluso se refuerza con las cosas que le dicen y se dice a sí misma: ¿Pero, cómo se me/se te ocurrió ir ahí? ¿Pues claro, mira cómo te vistes? ¿Eso te pasa por estar de volada? Y tantas otras. 

La culpa es lo que más daño hace, y es también lo más difícil de quitar. Lo es porque la psiquis busca compensar el daño y quiere evitar que vuelva a pasar. La culpa da una sensación de cierto “control”. Si yo hago o no hago esto o aquello no volverá a suceder. Pero la realidad es que puede volver a suceder y, de hecho, las personas que han sido violadas soy más susceptibles a sufrir violaciones y abusos de manera repetida a lo largo de su vida. Algo se rompe en ellas y su autoestima llega a niveles tan bajos que pueden terminar una y otra vez en relaciones destructivas. 


Si te gustaría saber más acerca de los efectos de una violación o abuso, puedes ver el artículo: Las consecuencias psicológicas de una violación. (1) Y si necesitas ayuda, te sientes morir por alguna razón que no logras identificar, vives con constantes sentimientos de culpa, sientes que abusan mucho de ti, o tienes cualquier molestia emocional, ya sea que puedas o no definir la causa, busca ayuda. Todos necesitamos ayuda para superar muchas de las cosas que nos suceden en la vida. Tampoco te estoy diciendo que es seguro que has sufrido una violación, no. Pero el abuso no sólo es sexual, y todo abuso o violación a nuestra persona física, emocional y espiritual tiene consecuencias. No estás solo/a, pero necesitas buscar ayuda. El que busca encuentra. Al que toque se le abrirá. Y lo sé, a veces hay que buscar mucho porque también existen lobos entre los corderos, pero sí hay personas buenas que realmente quieren y pueden ayudarte. Busca y toca puertas. No pierdas la fe.

Cuando Jesús murió en la Cruz, solemos decir que murió por nuestros pecados, pero te has preguntado ¿qué fue lo que murió con él: el pecado? ¿Qué representa esa muerte? 

Lo que murió fue la culpa del pecado. Para mí, entender esto, vivirlo, colocar mis culpas en esa cruz y dejar que Jesús las ponga en manos de Dios junto con su Espíritu, fue iniciar un camino de resurrección con él. Como le he dicho a mi psiquiatra, a Jesús le tomó tres días, a mí seguramente me tomará mucho más, quizá la vida entera, porque no soy Jesús. Pero esa cruz, esa bendita cruz me regresa a la vida todos los días. Y no quiero volver a vivir un solo momento sin tener a mi Padre en el corazón, a Jesús en mi boca y mis palabras, y a su Espíritu en mi ánimo y deseo de resucitar como una hija amada, valiosa, dulce, fuerte, inteligente y valiente. Sobre todo, valiente.
Se requiere mucho valor quitarte la culpa de encima y dársela a Jesús. Habrá muchas personas que interpretarán tus actos como una irreverencia. Serás señalada y castigada. Vivimos una cultura de “abuso” y ni cuenta nos damos, así que generalmente el abusador es “respetado y temido”, nadie lo toca. Además, toma tiempo. Hay que perdonarnos más de 70 veces 7 y hay que controlar los ánimos que nos llevan al deseo de venganza. Pero de eso hablaremos mañana, que el capítulo 13 del Segundo libro de Samuel, tiene aún mucho que decirnos.  

Mi amado Jesús, gracias por esa cruz que nos señala el camino de regreso. Gracias por estar ahí con nosotros, por no permitir que nos sacrifiquemos ni nos sacrifiquen solos. Gracias por acompañarnos en la desesperanza y la desdicha, y gracias mi adorado Jesús por el amor tan grande con que curas las heridas, alivias los ánimos, estimulas el alma, das aliento y paz, exiges valentía con dulzura y acompañas en la soledad. Te amo. Te amo con toda mi mente, mi corazón y mi alma. Te amo. 



(1) Vera González, Lorena. (2016, Agosto 3). “Las consecuencias psicológicas de una violación”. La Mente es Maravillosa. Tomada de: https://lamenteesmaravillosa.com/las-consecuencias-psicologicas-de-una-violacion/



Lic. Tere Uscanga, Psicóloga: 844 281 60 24
Dr. Pedro Luis García, Psiquiatra, Psicoanálisis, Neurociencias: 
844 606 58 50


La imagen del inició se tomó de un post de Facebook, se modificó (agregamos la cruz de la niña) y le añadimos la imagen de la cruz y la cita. La cruz fue tomada de:  https://unsplash.com/collections/901927/cross



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